Entrevista de Bertako Igogailuak a Alberto Urretxo

BERTAKO IGOGAILUAK
Por medio de esta entrevista pretendo visualizar una realidad basada en la experiencia y que, estoy seguro, se traslada a cualquier sector de nuestra sociedad.
¿Quién es Alberto Urretxo?
Alberto Urretxo es un padre de dos niñas de 12 años, una persona cercana y un músico creativo que intenta, por medio del trombón y sus proyectos, transmitir emociones, compartir ilusión y experiencias de vida, estando en constante aprendizaje, desarrollo artístico y personal. Desde 1998 soy trombón solista de la Orquesta Sinfónica de Bilbao y dirijo dos proyectos, Soinuaren Bidaia y Euskadi Brass. Además de ello, imparto cursos de formación musical y recitales musicales con diferentes formatos.
¿Qué es Soinuaren Bidaia?
Soinuaren Bidaia es un ensemble de cámara con vocación de generar repertorio. Entendemos que la música es una expresión cultural viva, actual y llena de futuro. Por eso, en nuestros discos incorporamos obras escritas por compositores en activo, algunas de ellas compuestas expresamente para nuestras formaciones.
Nos hemos constituido como una asociación compuesta por varios profesionales del entorno, para crear, difundir e interpretar música. Actualmente tenemos tres CD-s grabados y cada uno de ellos tiene un lema. Cada lema expresa lo que es y tiene que ser Soinuaren Bidaia. El lema del primer CD: “Todos tenemos dos vidas y la segunda empieza cuando nos damos cuenta que solo tenemos una”- Confucius El Segundo: “No importa lo lento que vayas mientras no te detengas” – Confucius y el tercer CD, llamado Confluencias- Topaketak: “Somos tanto lo que quedó atrás como todo lo que estemos dispuestos a vivir”.
¿Cuál es la finalidad del proyecto?
La finalidad de este proyecto es crear comunidad. ¿Cómo? Compartiendo, transmitiendo, haciendo música y desarrollando por medio de nuestras formaciones diferentes propuestas innovadoras: didácticas para las familias, ESB Kantuan para los amantes del canto, ESB Quintet- cuerda con trombón y formatos más exclusivos como ESB Trío con piano, viola y trombón.
¿Qué valores os identifican?
Por nuestra naturaleza y por nuestra forma de trabajo e inquietudes, y por la proximidad y actividad en nuestro entorno inmediato, somos un ensemble comprometido con la sostenibilidad y con la visión del tiempo de ocio como una actividad enriquecedora, placentera y cercana. Deseamos avanzar hacia un ESB implicado con la sociedad a través de nuestra creatividad, nuestra excelencia musical y una forma audaz y responsable de gestión de nuestra actividad.
Nuestra obligación como artistas es llegar a todo el público posible, desde los más jóvenes y sus familias a la sociedad en general. Para  cumplir con este objetivo, hemos puesto en marcha una sección dedicada a conciertos didácticos, pedagógicos y familiares.
A través de nuestra música disponemos de una sección narrativa llamada Soinu Magikoak, con la escritora Toti Martínez de Lezea, dedicada a la mitología vasca.
También tenemos una sección llamada Soinuaren Bidaia Dantzan, en la que fusionamos la música clásica con la dantza tradicional vasca.
Complementamos esta parte didáctica con una sección dedicada a la naturaleza con “El canto de la Ballena” de George Crumb.
¿Qué te aporta la ayuda de Ascensores Bertako igogailuak?
Un ejemplo de cómo hacer, basado en el compromiso, en la atención y en la dedicación. La aportación de Bertako Igogailuak nos ayuda a invertir en la creación de nuevas obras y, sobre todo, en mantener una administración comprometida con los músicos, el entorno y la
administración general. Y una cuestión muy importante, compartimos los mismos valores, que se podrían resumir en los lemas que acompañan nuestros CD-s. 
¿Cómo ves el desarrollo socio cultural en nuestro entorno?
Complicado, muy complicado y preocupante. Lo digo como músico profesional y sobre todo como padre. Vivimos en una sociedad que habla de valores pero que no predica con el ejemplo, una sociedad que habla mucho y no dice nada. Y lo peor, las noticias diarias son preocupantes, parece ser que sólo pasan cosas malas, nos alimentan de eso y muy poco de las noticias productivas y positivas. Nos conducen a pensar en negativo, nos condicionan y eso es peligroso porque empiezas a pensar mal y así va casi todo como va… ¿Qué les estamos ofreciendo a nuestras hijas e hijos?… La música desgraciadamente es parte de ese desarrollo, sólo hay que ver la mayoría de la música que se consume, sus letras, sus estructuras nada creativas y limitadas en todos sus sentidos. Hoy en día cualquiera, sin estudios ni conocimiento, se hace artista y famoso… Todo tiene que ser YA, no importa tanto la calidad si no el marketing, vender rápido y mucho, como sea… parece que estudiar, hacer una carrera, ya no vale nada para esta sociedad que cada vez se siente más ignorante. El conocimiento está sobrevalorado, y la cultura es conocimiento que, a su vez, nos da la libertad del pensamiento para poder desarrollar una opinión crítica. Por supuesto, esto se tiene que fundamentar en un proyecto educativo en el que la cultura y la creatividad artística tengan un espacio más importante dentro su currículo.
¿Cómo valoras la gestión musical en Euskadi?
La gestión musical, tanto en Euskadi como fuera, sigue el mismo patrón y desarrollo de la sociedad. Desgraciadamente, la mayoría de los gestores desconocen la inversión, el esfuerzo y dedicación que tiene esta profesión y no lo saben valorar. En muchos casos, por desconocimiento, no se sabe apreciar el trabajo de algunos artistas, (sobre todo de aquellos que no tienen un padrino detrás). Desde mi punto de vista, falta profesionalidad y conocimiento. Cuando a alguien se le reconoce fuera, entonces se le valora en casa, falta criterio.
La administración en Euskadi, invierte y apoya la cultura pero, desde mi experiencia, se debería cuidar el cómo. A veces siento que vivimos de la apariencia y nos falta profundidad, sinceridad y sobre todo, sensibilidad y respeto. También tengo que añadir lo siguiente: en ocasiones, los propios músicos no somos leales entre nosotros y tampoco nos ayudamos, muchos anteponen sus intereses personales a los generales y eso hace que perdamos el respeto que  tanto cuesta ganar.
¿Cuáles son los planes de futuro de Soinuaren Bidaia?
Queremos que nuestra actividad, como parte de una oferta cultural de calidad, contribuya a construir un entorno más formado, justo, evolucionado y promisorio. Los lemas de nuestros CD-s expresan perfectamente nuestros planes de futuro. Creemos en lo que hacemos y ofrecemos; por eso, seguiremos trabajando, creando y buscando espacios para poder compartir nuestra música.

Entrevista publicada en Bertako Igogailuak aldizkaria vol. 8

Soinuaren Bidaia: un viaje al interior, por Ibon San Vicente Amor.

Soinuaren Bidaia: un viaje al interior.

Las emociones son una maestra de Historia y un adivino del futuro a la vez, porque nos dicen de donde venimos, quienes somos, y también, a donde podemos llegar.

Las emociones son también un puente de unión entre nuestras motivaciones inconscientes más profundas y este preciso instante. Un acceso a un tipo de información que permanece oculto para los ojos, para la razón, pero no para el corazón, para el amor.

Las emociones son pensamientos materializados en el cuerpo, una manera de percibir mediante la piel nuestra energía para un propósito de evolución, paso a paso.

Con “Soinuaren Bidaia” vamos a permitirnos conectar con nuestros sentimientos en un viaje hacia el interior, uniendo a artistas y público, a través de la música y la danza. Un viaje individual en la mejor compañía.

Soinuaren Bidaia: barnerako bidean.

Emozioak Historiako irakasle eta etorkizunaren igarle dira aldi berean, nondik gatozen, nor garen eta nora irits gaitezkeen esaten digutelako.

Emozioak gure motibazio inkontziente sakonenen arteko zubia ere badira une zehatz honekin. Informazio mota baterako sarbidea, begietarako, arrazoirako, ezkutuan geratzen dena, baina ez bihotzerako, maitasunerako.

Emozioak gorputzean gauzatutako pentsamenduak dira, gure energia azalaren bidez hautemateko modu bat, urratsez urrats eboluzio helburu bat lortzeko. Utz ditzagun azalaratzen.

“Soinuaren Bidaia” -ren bidez, gure sentimenduekin konektatzeko aukera izango dugu, barnerako bidean, artistak eta publikoa uztartuz, musikaren eta dantzaren artean. Banakako bidaia konpainiarik onenean.

Ibon San Vicente Amor
iboncoach

La necesidad del saber, por Alberto Urretxo

La necesidad del saber
“No debemos pensar solo en el mundo que dejamos a nuestros niños, sino en los niños que
dejamos a nuestro mundo.”

La pandemia que padecemos, ha acelerado y evidenciado más aún si cabe, una crisis que ya
estábamos viviendo hace tiempo las personas que nos dedicamos a diferentes disciplinas
artísticas. Se habla de cultura, pero ¿qué es cultura? Salir a un balcón a tocar una canción con
un instrumento o a cantar, no es cultura, es entretenimiento. Aprender la cultura requiere una
constante preparación y disposición, vistas como necesidad. Hace falta vivir en un contexto
propicio para crear hábitos culturales sanos, porque de la calidad de la cultura que nos rodea
va a depender la calidad de nuestra mente. Los gestores nos pueden ayudar a crear esta
necesidad cultural en la sociedad, dejando de programar por inercia y/o por negocio. Los
artistas tenemos que ser útiles y cercanos, creando una comunidad en la que nuestros jóvenes
y sus familias puedan encontrar un lugar de desarrollo y esto tiene que empezar desde la
educación infantil. La educación es una experiencia social, en la que desde la niñez la persona
se va conociendo, enriqueciendo en las relaciones con los demás. De aquí la importancia de
(re)introducir materias como música en el currículo escolar.

Desde mi experiencia como músico profesional, profesor y creador, puedo certificar que la
cultura no está considerada un bien necesario en nuestro entorno. Funcionamos por impulsos,
sin un objetivo a largo plazo. Las personas nos movemos por emociones, la sociedad se mueve
a través de ellas, solo tenemos que ver los debates políticos y la programación de los
principales medios de comunicación. Vivimos en una constante crispación.

Vivimos a gran velocidad, la tecnología evoluciona con mucha rapidez, pero ¿cómo
evoluciona? ¿Nos hace libres o nos hace presos de la superficialidad? Las consecuencias de
esta vorágine de información y el cómo se gestionan los recursos e inversión en la educación
de los jóvenes, crea la necesidad de reflexionar sobre los valores que tenemos que potenciar e
inculcar en nuestro entorno. La ralentización y el parón para muchas actividades culturales,
trae una reflexión y hace falta buscar puntos de encuentro entre los diferentes proyectos
culturales que tenemos, desde proyectos más grandes como museos, teatros, orquestas,
ikastolas, conservatorios, bandas, bibliotecas hasta los más pequeños, poniendo en valor,
cuidando y apreciando a nuestros creadores, artistas y estudiantes, haciéndoles partícipes.

Por ejemplo, en el mundo de la música, hay muchísimo talento desaprovechado en nuestro
entorno, desperdigado por el mundo que podría aportar su talento a nuestra sociedad. Por
otro lado, y en más de un caso, se sobrevaloran a otros por ignorancia o intereses que existen
en algunas personas dedicadas a esta industria. Todo esto, crea desconfianza. Podríamos tener
mejores resultados, pero hay que cambiar la manera de hacer las cosas.

Insisto en la idea de elaborar proyectos que converjan hacia un mayor entendimiento, hacia un
mayor sentido de la responsabilidad y hacia una mayor solidaridad. Hay que crear puentes
entre los diferentes proyectos que ya existen dentro de las diferentes disciplinas artísticas para
orientar la inversión sociocultural creando pequeñas comunidades, tal y como se hace en el
deporte, involucrando a pequeños y a mayores, creando afición. Un buen ejemplo son las
bandas de música de Galicia o de Valencia en las que, en la mayoría de ellas, todo un pueblo
está involucrado de alguna manera en mantener y desarrollar su agrupación. Han conseguido
reunir en sus bandas personas de diferentes generaciones, desde niñas y niños hasta sus
abuelas y abuelos, profesionales, conviven juntos, hacen música, crean un entorno cultural,
una comunidad y una afición. Para ello cuentan con ayudas económicas que les apoyan en su
afán de cuidar valores y que les ha dado unos resultados enormes en los últimos años, no solo
creando profesionales de nivel con una buena preparación de base, sino una educación de
trabajo en grupo con objetivos claros, preparando programas variados para ofrecer conciertos
a la ciudadanía.

Hay que reconocer que en Bilbo, se han dado pasos con diferentes ayudas y propuestas que
han facilitado el acceso a lugares emblemáticos como la Filarmónica para disfrutar de artistas y
músicos locales. Una iniciativa que da sentido a todo lo que expongo y que espero se
mantenga en el futuro, cuando superemos esta pandemia. De la misma manera, es una
realidad que en Euskadi se han impulsado ayudas para mantener la actividad cultural durante
la pandemia, que las instituciones ayudan con partidas presupuestarias en el mantenimiento
de proyectos culturales y que gracias a esa inversión sociocultural podemos disfrutar del arte,
de la música, la danza y teatro entre otras cosas, y es de agradecer para el crecimiento de
nuestro pueblo, pero no es suficiente si no generamos necesidad y compromiso desde todas
las personas que tienen la responsabilidad en la gestión de recursos.

La pandemia nos ha demostrado lo frágiles que somos. Cuesta mucho tiempo y esfuerzo
construir y muy poco destruir. Realmente, ¿qué solidez tenía nuestro sector? Pues
desgraciadamente, muy deficiente. Esta experiencia que estamos viviendo nos enseña que: sin
conocimiento, poco avanzaremos y poco evolucionaremos. Una crisis trae una reflexión, es
una buena oportunidad para la creatividad, una buena oportunidad para encontrar puntos en
común y trabajar en conjunto, fijando unos objetivos claros, razonables, accesibles para todos
y sobre todo que nuestra Euskadi del siglo XXI sea un ejemplo del buen hacer. Hemos
demostrado que somos un pueblo luchador y trabajador, y no se puede perder este carácter.
Capacidad de trabajo hay, talento hay, ganas hay, solo necesitamos unificar y aunar ideas,
proyectos y objetivos. Merece la pena esforzarse, cuidarnos, valorarnos y ayudarnos. Hay que
atender a lo irreal del futuro, a las expectativas. No con palabras, sino con hechos. Yo estoy en
ello.

 

Alberto Urretxo
Trombón solista BOS
Director y coordinador de Soinuaren Bidaia y Euskadi Brass

El Canto De La Ballena, por Teresa Valente

“El Canto de la Ballena”

El origen del proyecto «El Canto de la Ballena» nace primeramente de mi deseo de tocar esta atípica obra.

La partitura original de George Crumb, “Vox Balaenae”, compuesta para trío de flauta, cello y piano electrónicos, sus sonoridades evocativas de otros mundos que transportan y elevan al oyente y su componente teatral – obra escrita para tres intérpretes “mascarados” – ejerció desde el primer momento una gran fascinación en mi y desde hace tiempo esperaba el momento idóneo para materializar mi anhelo.

Por otro lado, desde que tengo uso de razón me interesan y preocupan los temas relacionados con la naturaleza y su conservación. De pequeña, llegué a fundar un club de los “Amigos de la Naturaleza”, a redactar sus estatutos y elaborar propuestas de investigación y acción! Más tarde incluso ponderé la posibilidad de estudiar un curso en el área en cuestión como Biología o Ingeniería Agrónoma.

La tercera y quizá definitiva faceta que provocó la tormenta de ideas para este proyecto fue mi maternidad. Lo de que la vida cambia definitivamente con el nacimiento de un hijo deja de ser un cliché manido. Simplemente se siente dentro. Y como madre de una criatura de cinco años, me animé por fin a dar voz a mis deseos y preocupaciones en el intento de aportar mi granito de arena para dejar un mundo más bello, humano y repleto de naturaleza. 

No se me ocurrió mejor formato para plasmar mis ideas que la de un concierto didáctico para familias con hijos en edad escolar. La música teatralizada de Crumb y la temática ecológica se aúnan a través de una historia, contada con las imaginativas y versadas palabras de Eduardo Chavarri y la puesta en escena de la actriz Irene Hernando.

No podría estar más feliz por poder embarcar en esta aventura junto a mis compañeras Natalia Sánchez-Abad e Itxaso Sainz de la Maza, que enseguida se apuntaron al viaje y sumaron sus ideas y esfuerzos para que lleguemos a buen puerto.

Estoy muy orgullosa por ser parte de Soinuaren Bidaia, una asociación única de colaboradores con inquietudes afines pero personalidades diferenciadas, un espacio dónde desarrollar y desarrollarse artísticamente y una plataforma desde la cuál llegar a quien queremos: a todo el público, pequeños, medianos y mayores, todos en conjunto.

Eskerrik Asko Alberto Urretxo, por confiar en mi y por todo tu apoyo. Que sea el primer proyecto de muchos más.

                                                                                                      Teresa Valente

Caminos Simbióticos, por J. M. Campos

Es poco habitual en los tiempos que corren tener la oportunidad de realizar conciertos de música de cámara u organizar cualquier otro tipo de representación artística en directo, y posiblemente menos aún, asistir al estreno de obras de reciente creación. Es por ello que el concierto del próximo día 16 de abril será un evento especial y memorable por partida doble, puesto que no solo tendré el placer y el privilegio de interpretar un interesante y bonito programa junto a Soinuaren Bidaia, sino que, además, estrenaremos varios arreglos y composiciones, entre ellas, una de mis últimas obras: “Caminos Simbióticos” (2021).

Para comprender un poco mejor el título y la naturaleza creativa de esta pieza, me gustaría citar a Antonio Machado:

Caminante, son tus huellas el camino y nada más.
Caminante, no hay camino, se hace camino al andar”

La vida es un camino único e irrepetible, de una sola dirección y sin previas marcas ni señalizaciones, por lo que es a través de las diferentes experiencias y de nuestras constantes decisiones la manera con la que conseguimos forjar nuestro propio sendero, nuestro destino. Así pues, la vida es conocimiento en tanto que es recuerdo de experiencias pasadas y de las cuales vamos aprendiendo, creciendo y evolucionando, creando un camino vital, un viaje de autoconocimiento.

Por otro lado, el término simbiosis (proveniente del griego syn: juntos, y biosis: vivir) hace referencia a una interacción biológica, pero también es aplicable a la relación de ayuda y/o apoyo mutuo que se establece entre personas o entidades, especialmente cuando trabajan o realizan algo en común, con el fin de obtener algún tipo de beneficio.

Es en la combinación de estos dos conceptos, camino y simbiosis, donde nos encontramos con Soinuaren Bidaia, un proyecto artístico surgido de la necesidad de un niño (Alberto Urretxo) que, a través de la música y del sonido, emprende un viaje con el fin de dar rienda suelta a sus necesidades expresivas y comunicativas más internas y profundas, todo un viaje en busca de sí mismo. Como sabiamente planteó Gustavo Adolfo Bécquer en una de sus rimas, Alberto Urretxo también se preguntó: “¿De dónde vengo? ¿A dónde voy?”

Pero, en un proyecto de este calibre, el conjunto en sí no sería posible sin la intersección de diversos caminos, es decir, sin la confluencia, el cruce y la unión de diferentes personas con un firme compromiso y unas inquietudes artísticas, así como unas trayectorias pasadas y futuras únicas. De esta manera, Soinuaren Bidaia se convierte en un punto de encuentro, o mejor dicho, en el punto de encuentro donde lo personal y lo profesional van permanentemente cogidos de la mano. Es el espacio y la realidad que nos incita y nos permite apoyarnos y ayudarnos mutuamente con el propósito de impulsar, prosperar y evolucionar en nuestros caminos colectivos comunes e individuales. Esto significa que, con la voluntad, la implicación, la dedicación y los valores de cada uno de nosotros, todos nos beneficiamos, nos fortalecemos, crecemos y nos desarrollamos en lo personal y en lo profesional. Son estas uniones y estas experiencias lo que nos garantiza el disfrute y la vivencia de los múltiples y apasionantes senderos de la música, del arte, de la cultura, de la expresión y la comunicación, de la reflexión, de la búsqueda de conocimiento, del aprendizaje, de la amistad… de la vida.

“Caminos Simbióticos”, por tanto, es una obra compuesta en 2021 para trombón y cuarteto de cuerda, una pieza original para esta formación, pensada y creada “a medida” para el ensemble con la intención de que, tanto el grupo como todos sus integrantes, podamos dar un paso más allá en nuestros caminos a la par que ofrecemos una manera de sentir la música llena de ilusión, entusiasmo, sentimiento y contraste; es decir, mientras experimentamos y vivimos tanto nosotros los músicos, como el público, un verdadero viaje a través del sonido.

Para ello, si hablamos de lo que a la técnica musical y al proceso creativo se refiere, un único “tema” o motivo es utilizado durante el transcurso de la pieza, el cual es desarrollado mediante variaciones rítmicas, texturales, armónicas y melódicas, explotando así una gran gama de recursos tímbricos y expresivos de las cuerdas y el trombón, dando como resultado diferentes estados anímicos y momentos de alegría, emoción, energía, ilusión, compenetración, pasión, expresividad, tristeza, incertidumbre, dolor, comprensión, virtuosismo, colorido… Además, cabe destacar la importante y constante presencia del canon y la imitación motívica como recurso formal y constructivo, un elemento esencial que, a través de la música, representa el buen entendimiento, respeto y el diálogo existente entre todos nosotros.

En definitiva, “Caminos Simbióticos” es una obra compuesta desde el corazón y en base a situaciones reales muy específicas y especiales con el fin de generar y ofrecer momentos mágicos para la imaginación que promuevan la escucha y el despertar de nuestros sentimientos más profundos y sinceros.

Javier Martínez Campos
www.javiermartinezcampos.com

Hablamos con Ricardo Mollá

El próximo mes de abril es un mes emocionante para Soinuaren Bidaia. Tenemos la suerte de poder realizar un concierto con público, algo difícil en estos tiempos. Y además, estrenamos obras. Una de ellas es «Gudari», de Ricardo Mollá, obra que, ya por su título, genera mucha expectación. Por este motivo hemos llamado a su autor y dejamos aquí una pequeña reflexión suya, en la que nos habla sobre la composición y sobre esta obra en concreto:

«Componer es una actividad que, al igual que cualquier otro acto creativo, sirve de medio de expresión para transmitir una idea, un sentimiento o un estado de ánimo. A grosso modo, escribir música se basa en la organización de distintos elementos (melodías, secuencias armónicas, ritmos variados, etc.) con el fin de dotar al todo resultante de un valor estético concreto. En cierto modo, la composición establece algunos paralelismos con la vida misma pues, durante el proceso de creación, uno puede borrar, reescribir y, finalmente, elegir su propio destino en el devenir de la partitura. De hecho, la vida real y el mundo que se crea en cada pentagrama van a veces más ligados de lo que uno pudiera imaginar. Gudari es un buen ejemplo de ello.

Desde que lo conocí, Alberto Urretxo, protagonista de esta historia y de la propia aventura que se describe en la pieza, me ha demostrado que es una persona que no tiene miedo a lo desconocido y a buscar, al igual que hace un servidor cuando compone, nuevos medios de expresión. Ya lo hizo con su particular viaje del sonido (Soinuaren Bidaia, título que da nombre a su primer proyecto discográfico), en el cual describió el viaje de un niño que ha de marchar para encontrarse a sí mismo. Este joven no era otro que el mismo Urretxo. Y es que, a veces, no hay nada más gratificante y esclarecedor que un viaje introspectivo al corazón de uno mismo: solamente cuando uno se desprende de todo ego o prejuicio y decide mirar en el fondo de sí, encuentra su verdadero ser.

Después de escuchar y conocer de primera mano la exigencia emocional que implica todo proyecto en el que se embarque Alberto, cuando recibí el encargo de escribir Gudari, para trombón solista y cuarteto de cuerdas, inmediatamente sentí la importancia y responsabilidad que había tras dicho cometido. Así, a través de la escritura de esta composición, he intentado entender más de cerca la visión artística de Alberto y unirme a ese camino que él ya comenzó a andar con el desarrollo de Soinuaren Bidaia a través de mi música. En esta obra, he procurado plasmar otra faceta intrínseca, más madura, en nuestro protagonista: la de luchador. Luchador ante la vida y ante los retos que trae el porvenir. Guerrero no hacia un agente externo, sino ante los desafíos que conlleva la propia existencia y la convivencia con uno mismo. Alberto Urretxo es un músico que siempre está dispuesto a explorar horizontes desconocidos, sin miedo a equivocarse y con el único objetivo de aprender con cada nueva travesía: un auténtico Gudari.

A su vez, aunque podríamos definir esta obra como programática pues describe un viaje (aunque este sea más interior y reflexivo que físico), mi finalidad es que cada oyente digiera y de sentido a lo que escucha usando su propia imaginación. En resumen, «Gudari» presenta tres estados de ánimo claramente delimitados en los tres movimientos que conforman esta obra: The Gudari begins his path (El Gudari comienza su camino), movimiento que refleja la esperanza ante el futuro y el deseo de emprender nuevos desafíos; Under the Celestial Firmament (Bajo el firmamento celeste), sección donde nuestro protagonista se enfrenta a sus propios miedos y a la soledad que plantea la misma realidad; y The Eternal New Horizon, donde realmente el personaje se da cuenta de que, como diría Antonio Machado, se hace camino al andar, y que uno nunca deja de aprender ante la vida y los retos que la misma trae consigo». 

Ricardo Mollá
www.ricardomolla.com

Nosotros también somos ESAS.

Hoy día 8 de marzo, queremos mostrar desde Soinuaren Bidaia nuestro apoyo a todas las mujeres que conforman el tejido cultural en nuestra sociedad. Un apoyo que tiene que estar presente todos los días del año.

Es por eso que decimos que nosotros también somos ESAS y formamos parte la iniciativa que lleva este nombre. ESAS (Emakume Sortzaile eta Artisten Sarea) es una red de mujeres artistas y creadoras que nace desde la unión de mujeres músicos profesionales del País Vasco. Siendo la música el epicentro de esta iniciativa, apuestan por crear alianzas entre mujeres referentes de distintas especialidades artísticas, una filosofía que no puede ir más de acuerdo con nuestra agrupación.

ESAS surge por diversos motivos:

Por una parte, son muchas las mujeres que están presentes en los distintos ámbitos del mundo cultural, y por eso, ESAS quieren crear lazos entre dichas mujeres, haciendo que su trabajo gane visibilidad. Además, desde la asociación creen que el éxito, sea por parte de una mujer o un hombre, es fruto del trabajo y esfuerzo diario. Por último, la música, como muchas otras especialidades, carece en la actualidad de los suficientes referentes femeninos. ESAS quiere enseñar a las generaciones venideras un mundo en el que estos referentes sí existan y se vean como algo normal, no como casos que destacan puntualmente. De esta manera, ESAS propone actuaciones y actividades a lo largo de todo el año, poniendo en valor el trabajo y las mujeres que están detrás de él.

En Soinuaren Bidaia contamos con un equipo precioso, formado por grandes profesionales, por eso hoy queremos aplaudir especialmente el trabajo de nuestras chicas:

Giulia Lucrezia Brinckmeier, violín.

Laura Delgado, violín.

Adriana Grigoras, viola.

Teresa Valente, violonchelo.

Amaia Zipitria, piano.

Itxaso Sainz de la Maza, piano.

Jone Martínez, soprano.

Nagore de las Cuevas, dantzari.

Toti Martínez de Lecea.

Natalia Sánchez, flauta, mediación y gestión.

 

Nosotros también somos ESAS, ¿y tú?

Zorionak eta Urte Berri On!!!

Desde Soinuaren Bidaia, te deseamos lo mejor para este nuevo año, sobre todo salud.

Ha sido un año complicado, difícil, pero tenemos que mirar hacia adelante, buscar nuevos retos.

Nuestro compromiso, es ofrecerte emociones, recuerdos, esperanza y buenos momentos a través de la música que creamos. Por ello, seguimos trabajando e invirtiendo para tener un 2021 lleno de nuevos proyectos y estrenos. No pararemos mientras tengamos algo para ofrecer.

Queremos compartir contigo nuestra música, que esperamos que disfrutes.

Cuídate mucho, 

¡¡¡Feliz Navidad y feliz Año Nuevo!!!


Filarmónica de Bilbao, un nuevo reto.

Hoy es Santa Cecilia, patrona de los músicos, y aprovechando este día, me gustaría daros una buena noticia al mismo tiempo que lanzo una reflexión personal.

Llevo muchos años trabajando duro en el desarrollo de Soinuaren Bidaia sin ayudas, sin padrinos y buscando espacios para exponer nuestro trabajo. Un trabajo creado para ayudarte y ayudarnos, compartiendo nuestra música basada en nuevas creaciones y adaptaciones. Con un trombón que se mueve como hilo conductor entre cuerdas, voz, danza, txistu, piano, mitología vasca, poemas, historias y emociones, trato de llegar a toda la gente posible mostrando una visión muy particular de la escucha e interpretación de la música, basada en la emoción e imaginación. Mi compromiso es inspirarte a entender y disfrutar la música de cámara y la música clásica, tal y como planteamos en los dos CD que hemos editado hasta el momento.

«Queremos algo diferente», me dicen muchas veces los responsables de programar, pero cuando vas con algo diferente se asustan, se descolocan, no saben dónde situarte y renuncian. Su desconocimiento sobre las posibilidades de lo que puedes ofrecer con un trombón son enormes. Esa falta de cultura dificulta la exposición de tu trabajo fuera del entorno del mundo de los metales, a no ser que te conozcan bien, que estés en un festival de instrumentos de viento metal o llames la atención haciendo el «paripé» para poder ofrecer dicho trabajo.

Cultura es conocimiento, y con ello, desarrollamos un pensamiento crítico. El desconocimiento crea desconfianza, anula la visión de la creatividad que se desarrolla en tu entorno y te hace vivir de las apariencias.

Desde Soinuaren Bidaia estamos muy contentos de poder ofrecer nuestro trabajo el próximo 2 de diciembre en uno de los templos de la música de cámara en Europa, la Sociedad Filarmónica de Bilbao. Una sala excepcional por su calidad y por los grandes músicos que pasan por ella. Nos han dado esta oportunidad y estamos muy agradecidos por ello y por todo lo que he expuesto en este escrito.

Nos gustaría, por tanto, invitarte a nuestro concierto y a que conozcas esta impresionante sala a través del ciclo de otoño creado por el Ayuntamiento de Bilbao. Finalmente, queremos mostrar nuestro agradecimiento, y qué mejor manera que hacerlo con nuestra música.

Muchas gracias. Te esperamos.


Experiencia en el Pabellón nº6

Como lo prometido es deuda, esta semana queremos contaros como fue nuestra experiencia del pasado día 2 de octubre.

Como sabéis, nos hemos decidido a renovar nuestra imagen, por lo que en septiembre nos organizamos y nos pusimos manos a la obra. Con la ayuda de la fotógrafa Irati “Bizu”, dedicamos toda la mañana del primer viernes de este mes a sacarnos fotos como agrupación.

Irati es una joven fotógrafa de mucho recorrido. Se especializó tanto en imagen como en audiovisuales y, como curiosidad, también en doblaje de cine. Siempre le ha atraído mucho el mundo del espectáculo, por lo que se trasladó hasta Madrid para hacer un taller de fotografía con uno de los pocos fotógrafos de prensa musical de este país. Aun así, no había tenido la ocasión de trabajar con un grupo de música “clásica”, por lo que fue una experiencia muy enriquecedora para todos. Irati había participado en un proyecto del Pabellón 6 llamado “Oficios entre Bambalinas” y fue gracias a ella y a su contacto con Pabellón 6 que pudimos hacer la sesión de fotos en este lugar.

Nos sorprendieron tanto el lugar como la amabilidad de las personas que trabajan allí. Se llama Pabellón, pero que no os engañe el nombre, son “Pabellones”. El Pabellón 6 es un lugar lleno de encanto, donde se pone en valor a las Artes Escénicas, véase danza y teatro, en un mundo donde la tecnología y el ritmo de vida acelerado predominan. Para hacerlo posible se unieron distintos promotores y creadores adscritos al mundo de las Artes Escénicas con la pretensión de propiciar sinergias y originar un modelo de autogestión compartida. En Pabellón 6 tienen distintas programaciones, exposiciones, cursos y hasta una compañía joven de teatro.

En definitiva, nos hemos sentido muy identificados con su filosofía y podemos decir que para nosotros ha sido todo un descubrimiento. La sesión de fotos finalizó mientras interpretábamos parte de nuestro repertorio entre risas, en un ambiente que difícilmente olvidaremos. Damos las gracias a Elena y a “Bizu” por abrirnos las puertas de su casa, a la que esperamos poder volver pronto.

Podéis acceder a las fotos en la Galería de nuestra web.